20 mayo, 2024

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:19-23

El tema de la carta de San Pablo a los gálatas son la libertad cristiana, la que no es la libertad para vivir de la manera que queramos, sino para vivir como hijos redimidos de Dios, libres de la condenación de nuestros pecados y el temor de la ira de Dios. Encontramos en Gálatas 5:19-23 una comparación de una vida guiada por el Espíritu Santo con una vida guiada por los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa. Las personas ocupadas en una norma de comportamiento egoísta, es decir, según la carne cosechan consecuencias eternas (exclusión del reino celestial) así como consecuencias en este mundo. No es una lista exhaustiva de las obras de la carne, pero Pablo comienza con descripciones de los pecados sexuales, señalando la prominencia de los mismos en la sociedad. Y se podría decir que la inmoralidad sexual, aunque placentera, da lugar a pecados peores.

Fíjate, entre los pecados sexuales y los conflictos personales y violentos se encuentran idolatría y hechicerías. Vamos a enfocar en la palabra griega traducida como “hechicerías”. Es φαρμακεία (farmakeia), que tiene la misma raíz como farmacia. Pero, farmacia significa el uso de drogas medicinales para el bienestar de los enfermos, mientras farmakeia significa el uso de drogas para propósitos malos.

Las pociones siempre han sido las herramientas de los brujos y también los espiritistas. En Hechos 16:16-18, Pablo echó afuera de una esclava una “espíritu de adivinación”. La frase en griego es literalmente πνεῦμα Πύθωνα (pneuma Pythonas) o espíritu pitones. Esto se refiere al oráculo de Delfos, la espiritista más conocida en el mundo grecorromano. Se sentó sobre un profundo abismo y aspiró vapores que, según se decía, permitían que los dioses o los espíritus de los muertos hablaran a través de ella. Los vapores supuestamente se elevaban del cuerpo podrido de una serpiente gigante, Pitón, que el dios Apolo había matado y arrojado al abismo. Lo que podemos aprender de esto es que el uso de drogas para elevar la conciencia a un plano espiritual, para predecir el futuro o hablar con los muertos, es invitar a la posesión demoníaca.

El sacrificio de niños a Moloc.

Además, es hechicería para usar las drogas contra otras personas, ejemplo, para destruir la resistencia a las insinuaciones sexuales. Peor aún, envenenar a otros, incluso matar a niños no nacidos. Por supuesto, esto es contra el Quinto Mandamiento, “no mates”. Incluso entre los paganos que no conocían las Escrituras, esto estaba en contra del juramento hipocrático.

El juramento hipocrático, que se originó 400 años antes de Cristo, fue un compromiso de los médicos legítimos. Una forma del juramento hipocrático su usan por las personas que se gradúan en las universitarias de medicina hoy día. En la versión original, el médico se compromete a recetar únicamente tratamientos beneficiosos, de acuerdo con sus capacidades y juicio; y abstenerse de causar daño o perjuicio. Juró específicamente, “No daré medicina mortal a nadie si me la pide, ni sugeriré tal consejo; y de la misma manera no le daré a una mujer un pesario para producir el aborto.”

Ahora se han desarrollado nuevas drogas para producir el aborto químico en lugar de la cirugía. Existe mucha controversia sobre la seguridad de estas drogas para las mujeres que los usan. De todo modo, el aborto por pastilla no es medicina, sino asesinato y también brujería.

Dios de toda misericordia y de bondad paternal, nos has dado la vida y nos encomendaste no herir ni lastimar a nuestro prójimo en su cuerpo. Enseñanos a cuidar a los niño no nacidos, a los que tú mismo has creado a tu imagen. Concede tu gracia a las mujeres embarazadas para que, mediante tu Palabra y tu Espíritu, puedan vivir de acuerdo a tu voluntad y tenga el valor de nutrir y querer a sus hijos. Rodéalas de los que se regocijan en sus niños y provee para sus necesidades en cuerpo y alma. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

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