El lunes, 06 de noviembre de 2023, iniciamos la Semana Central de la Educación Inicial con un servicio de oración matutina. Les damos la bienvenida a padres y representantes, docentes y personal del Centro de Educación Nacional “Aquilez Nazoa” y nuestro Simoncito Comunitario “Mi Pequeña Lucecita”. En nuestra meditación sobre 2 Timoteo 3:15-17, reflexionamos sobre cómo la Reforma del Siglo XVI, que nuestra congregación celebró el domingo 29 de octubre, restauró la Biblia como la única fuente infalible de doctrina para la iglesia. La invención de la imprenta de tipos móviles por parte de Johannes Gutenberg hizo posible poner una copia de la Biblia en manos de todos los creyentes. Pero para estudiar las Escrituras, era necesario que los laicos aprendieran a leer. Por eso, la Reforma puso énfasis en la educación para personas de todas las edades y estilos de vida.
Esta puede ser la razón por la que el concepto moderno de educación antes de los seis años (primer grado) comenzó en Alemania cuando Friedrich Froebel (1782-1852), hijo de un pastor luterano, inventó el término “kindergarten” en 1840 (en alemán: Kínder= niños; Garten = jardín, lo que se traduce entonces como “jardín de niños”). El concepto pronto se propagó en Alemania y posteriormente en Inglaterra a partir de 1851 y en los Estados Unidos en 1856. La educación inicial comenzó a extenderse en la región latinoamericana a finales del siglo xix en el marco de la educación de la niñez en general. La fe cristiana fue el pilar de la educación temprana de Fröbel en Oberweissbach, un lugar muy boscoso de Turingia, Alemania, que lo aficionó desde temprano al contacto con la naturaleza. Respetar la actividad creadora del niño en un clima de libertad y en contacto con la naturaleza era el lema del kindergarten. Estamos en acuerdo con el concepto de Froebel que estudiante debe ser tratado de acuerdo con su dignidad de hijo de Dios y dentro de un clima de entendimiento y de libertad. La educación infantil debe inspirar el amor por el aprendizaje y la palabra escrita, pero especialmente por las Sagradas Escrituras, para que los niños lleguen a conocer el amor de Dios en Jesucristo.