Se comienza el camino a la cruz
Gracia y paz en nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Hoy comenzamos la temporada de Adviento. Esto es el primero de los cuatro domingos antes de la celebración de la Navidad comienza el 24 de diciembre en la Nochebuena. Hoy día muchas personas ya están celebrando la Navidad, pero en ignorancia y indiferencia. Ellos saben que algo importante ocurrió hacia 2.000 años, pero no entienden cuán importante. Solo entienden hay una temporada de muchas luces, muchos regalos, la música, comida y bebida. Quizás busquen para un mesías, o salvador, pero como superhéroe, con poder para resolver sus problemas. No entienden la victoria de la cruz, la muerte antes de la resurrección. Por tanto, después de la temporada de luces, regalos y emoción, regresarán a sus vidas de problemas, conflictos y pobreza. Como discípulos de Jesús, no debemos ser como la gente de Jerusalén propensos a la indiferencia o desesperación, porque tenemos una esperanza segura.
Nuestro texto para hoy es el relato de Mateo del primer día de Semana Santa, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Porque nuestro Señor comenzó su camino a la cruz en su encarnación.
“Y cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos; entonces Jesús envió dos discípulos, diciéndoles: “Id a la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.”El Señor sabía que los animales estaban en el lugar designado. Tal vez sus dueños conocieron a Jesús antes. No importa, todo se hizo de esta manera para que las palabras del profeta Zacarías 9:9, podría cumplirse. El asno no era una bestia de guerra como el caballo. Un rey sentado en un asno significa una misión de paz.
“El Señor” es la traducción correcta. Jesús está usando aquí el título “Señor” para designarse a sí mismo. “Hablado por medio del profeta” es una expresión que se encuentra frecuentemente en Mateo. Dios es el agente. La inspiración del Antiguo Testamento está implícita en este versículo. En nuestra lección del Antiguo Testamento (Jeremías 23:5-8) se habla del Mesías con un nombre, “El Señor es nuestra justicia”, que también usan Isaías y Zacarías. A David, es decir, como descendiente de Judá, como miembro de su familia, Jehová traerá salvación a Judá y permitirá que Israel more en seguridad, ambas expresiones se refieren al verdadero Israel espiritual, la Iglesia de Cristo.
“Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y las tendían en el camino. Y las multitudes que iban delante y los que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”
También la multitud en el camino tomaron sus vestidos y los extendieron por el camino, como para recibir a un rey poderoso ejemplo, en 2 Reyes 9:12-13. Las ramas de los árboles se usaban para adornar las procesiones, especialmente las religiosas.
Las palabras clave en nuestro texto son los siguientes: “Decid a la hija de Sión: He aquí tu Rey viene a ti, manso y sentado sobre un asno.” En su primera venida, el Señor no vino en su poder y gloria, sino en humildad y paz. Como el bebe en Belén y Hijo de David sentado en un asno vino para la reconciliación entre Dios y los hombres.
Por lo tanto, dice San Pablo en la epístola (Romanos 13:11-14), es el negocio del cristiano, en lo que concierne a su propia vida espiritual, estar siempre alerta y atento, no sea que caiga y sea atrapado en sus pecados y deseos anteriores. Esta condición se alcanzó en los creyentes cuando se convirtieron, cuando pasaron de las tinieblas a la luz en el bautismo. Pero la obra de regeneración que comenzó en aquel momento debe continuar a lo largo de la vida; debe haber un progreso incesante en la santificación. “Porque nuestra salvación está más cerca de nosotros ahora que cuando creimos”.
En esto tenemos la paz que sobrepasa todo entendimiento. Amén.