Antes del entierro del Sr. Ramón Escorcha, 08 de junio de 2021:
Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer que da a luz; y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para obtener salvación por nuestro Señor Jesucristo; quien murió por nosotros, para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él. Por lo cual, consolaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1 Tesalonicenses 5:1-11
La hora ha llegado a entregar el alma del Sr. Ramón a las manos de Dios todopoderoso, justo y misericordioso. Por su bautismo murió en la esperanza de la vida eterna por fe en Jesucristo. La sangre de Cristo en la cruz cubrió los pecados de todos nosotros pecadores, entonces todos los revestidos en la justicia de Cristo estará delante del trono del juicio sin temor cuando nuestro Señor regrese en gloria para juzgar a vivos y muertos. Jesús dijo al ladron a su lado en la cruz, «De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.» También, San Pablo nos dice en esta carta que no importa si morimos antes de la segunda venida o si vivimos para verla, todos seremos levantados para encontrarnos con el Señor en el aire. Y todos seremos transformados para que podamos vivir con él, en cuerpo y alma, para siempre. El alma del Sr. Ramón ya está con el Señor, pero como quien duerme, espera el día de la resurrección. Se acabó sus luchas, dolores y pruebas.
Por tanto, este mensaje es para ustedes que viven todavía en este mundo. Las Escrituras nos dice nadie sabe la fecha ni la hora cuando el Señor regrese en gloria. Tampoco tenemos la garantiza de una larga vida como Sr. Ramón. Algunos de ustedes han recibido la nueva vida en el bautismo en nuestra iglesia. Es posible que aún tengan muchos años de vida terrenal o muy pocos. En la hora de tu muerte física, no importará, porque en aquel momento veremos que nuestro tiempo aquí es breve, ya sea que muramos como jóvenes o viejos. Sin embargo, Dios tiene propósito para nuestra presencia en la tierra antes de llevarnos a su lado por la eternidad. Los que han recibido el perdón de los pecados y el don de la fe por obra del Espíritu Santo están preparados para el fin del mundo o la hora de la muerte física. Además, esta fe nos sostendrá a través de todas las pruebas y tribulaciones. Todas de ellas pasarán, sino la Palabra de Dios, que es la promesa de la vida eterna, no pasará. Amén.
Señor Jesucristo, escucha nuestra oración. Tu cruz y tu tumba vacía convierten el momento de la muerte física en un tiempo de luz, esperanza y gozo eterno. Recordemos todos nuestro bautismo, cuando fuimos recibidos en el reino de los cielos.
Padre Celestial, te agradecemos por tu misericordia al enviar a tu único Hijo a la muerte para que nunca seamos derrotados por la muerte.
Espíritu Santo, llénanos de gozo y déjanos compartir la paz de la vida invicta en Cristo. En medio de la muerte, vivamos juntos en ti.
En nombre de la Santísima Trinidad. Amén.