En el domingo de Pentecostés, 09 de junio de 2019, realizamos el quinto operativo de entrega de las medicinas de los Luteranos en Chile. De la lista consignada, 15 familias fueron beneficiadas y aún estoy entregando, porque algunas personas que no estuvieron presente.
La Iglesia Luterana Confesional de Chile trabajando juntos con la agencia misionera, Global Lutheran Outreach, envió medicamentos a sus hermanos y hermanas en Cristo a casi 3,000 millas de distancia. Tras la llegada del envío más reciente, las congregaciones luteranas en Venezuela pudieron distribuir medicamentos a 630 personas. La mayoría de estos medicamentos, todos los cuales provienen de una lista aprobada por el gobierno de medicamentos que pueden introducirse legalmente en el país, fueron para ayudar a las personas a controlar enfermedades crónicas y potencialmente mortales, como diabetes, presión arterial alta, epilepsia y demencia.
Las solicitudes de medicamentos se coordinan a través de las congregaciones luteranas en Venezuela. Los beneficiarios pueden elegir de una lista de 25 medicamentos comunes (hasta tres medicamentos por paciente). VLos voluntarios de nuestra congregación misionera de Santiago, Chile, recopilan las órdenes y preparan el envío de cada congregación.
A veces el domingo de Pentecostés se llama “el cumpleaños de la iglesia”. En este domingo la iglesia tomó la forma que quedará hasta la segunda venida de Cristo. Que es importante sobre el día de Pentecostés no es la diversidad de lenguas, ni las llamas de fuego, sino que ocurrió después de estas cosas. Pedro predicó el sermón perfecto, llamando la multitud a reconocer sus pecados. Y cuando ellos preguntaron a Pedro, ¿que haremos?, Pedro respondió con las buenas noticias, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Y tres mil fueron bautizados en el mismo día.
Hay más. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones” (Hechos 2:42). Según la enseñanza de San Pablo en 1 Corintios, entendemos el partimiento del pan como el sacramento de la Santa Cena. Por tanto, tenemos en este día de Pentecostés, toda la forma de la iglesia. La predicación, la confesión y absolución, el bautismo y la Santa Cena.
Sin embargo, la diversidad de lenguas y las llamas de fuego señalaron el cumplimiento de la profecía de Joel 2:28-32), que San Pedro citó en su sermón.
“Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”
La diversidad de lenguas reafirmó que el nuevo pacto no fue hecho por un pueblo, pero para todas las naciones. Luego, San Juan escribió en Apocalipsis de su visión de todas las naciones, tribus y razas alrededor del trono de Dios en gloria.
Que bueno, entonces, por obra del Espírtu Santo en sus corazones y vidas, nuestros hermanos en Chile mostraron el amor de Dios a los venezolanos en su necesidad.
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