23 noviembre, 2024

Eduardo GarridoEl primer mandamiento: No tengas otros dioses aparte de mí.

¿Qué quiere decir esto? Más que a todas las cosas debemos temer y amar a Dios y confiar en él. El Catecismo Menor del Doctor Martín Lutero.

Yo soy el Señor. ése es mi nombre y no permitiré que den mi gloria a ningún otro ni honren a los ídolos en vez de a mí. Isaías 42:8

El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, la altura de la cual era de sesenta codos, su anchura de seis codos: la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia. Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado…

Y el pregonero pregonaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones, y lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, os postraréis y adoraréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado…

Habló Nabucodonosor, y les dijo: ¿Es verdad Sadrach, Mesach, y Abednego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la Richard Riveroestatua de oro que he levantado? Ahora pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, os postréis, y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo: ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrach, Mesach, y Abednego respondieron y dijeron al rey Nabucodonosor: No cuidamos de responderte sobre este negocio. He aquí nuestro Dios a quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que tu dios no adoraremos, ni tampoco honraremos la estatua que has levantado…

Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantóse apresuradamente, y dijo a los de su consejo: ¿No echaron tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron y dijeron al rey: Es verdad, oh rey. Respondió él y dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego, y ningún daño hay en ellos: y el parecer del cuarto es semejanBella Santanate a hijo de los dioses. Daniel 3:1-25

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