Del 1 al 3 de mayo de 2025, Luz María y yo asistimos al último intensivo del segundo ciclo de damas del programa diaconal patrocinado por el Seminario Concordia El Reformador y el Instituto Teológico “Juan de Frías” en Barquisimeto, edo. Lara. El domingo 5 de mayo, ocho mujeres se graduaron del programa y están listas para servir como diaconisas.
Las ocho damas graduadas son:
- Belkys Castellanos, la Iglesia Luterana “La Fortaleza”, Maracay, edo. Aragua;
- María Ramírez de Coronado, la Iglesia Luterana “La Fortaleza”, Maracay, edo. Aragua;
- Matilde Castillo, la Iglesia Luterana “Cristo es el Camino”, Barcelona, edo. Anzoátegui;
- Ysaela Cedeño de Lozano, la Iglesia Luterana “Fuente de Vida”, Puerto Ordaz, edo. Bolívar;
- Ana Gómez, a Iglesia Luterana “Fuente de Vida”, Puerto Ordaz, edo. Bolívar;
- Cinthia Moreno, a Iglesia Luterana “Fuente de Vida”, Puerto Ordaz, edo. Bolívar;
- Graciela Peraza, a Iglesia Luterana “Fuente de Vida”, Puerto Ordaz, edo. Bolívar;
- Migdalia Veliz, La Iglesia Luterana “Cristo Vencedor”, La Pica, edo. Monagas.
El curso, “Vocación Diaconal” enfocó en aspectos prácticos de la vocación de la diaconisa, tales como desarrollar una vida devocional, la importancia de la oración y la educación continua, y qué significa ser consagrada. La vocación diaconal tiene su fundamento en mujeres de la Biblia, quienes sustentaron y ayudaron al ministerio de Cristo y la iglesia primitiva. Ellas son ejemploes de servicio ayudando a los pastores en un rol auxiliar al oficio pastoral. Los objetivos del curso fueron:
- Describe los roles principales de la diaconisa.
- Diferenciar entre el cuidado diaconal, el cuidado pastor y el cuidado complementario (ayuda profesional de un experto en un área especifica del cuerpo humano).
- Analizar las necesidades de individuos y desarrollar con su pastor un plan de cuidado.
- Ver la necesidad de tener una vida devocional y aprender que es la oración y como orar por otros.
- Escribir un devocional dividiendo correctamente Ley y Evangelio.
- Definir que es una diaconisa y que significa ser consagrada.
Los profesores del curso fueron Eliézer Mendoza, el pastor de la Iglesia Luterana “Cristo es Amor” de Barquisimeto y director del Instituto “Juan de Frías”; Sergio Maita, el pastor misionero de la Iglesia Luterana “Cordero de Dios” de Bayamón, Puerto Rico, y profesor del Seminario Concordia El Reformador en la República Dominicana. Otros pastores presentes fueron Juan Carlos Silva de la Iglesia “Cristo es Amor” y Eduardo Flores de la Iglesia Luterana “La Santa Trinidad” en Caracas y pastor presidente de la Iglesia Luterana de Venezuela.
Colaboré con los demás pastores dirigiendo los servicios de adoración todos los días. Dirigí el servicio vespertino el jueves 1 de mayo y el viernes 3 de mayo. El domingo 4 de mayo, los cinco pastores celebraron juntos el Servicio Divino. Eduardo Flores, Sergio Maita y yo fuimos ordenados juntos el 08 de diciembre de 2008. Estábamos los tres juntos ante el altar. Dirigí el Introito, el Gloria Patri, el Kyrie, la salutación y la colecta.
Pastor Maita predicó el sermón para el tercer domingo de Pascua sobre el evangelio (Juan 10:11-16) y el Introito (Salmo 33:5-6; 33:1; 33:18-20). La palabra hebrea traducida “misericordia” en Salmo 33:5 es חֵסֵד (hesed). También puede ser traducida como amor constante, lealtad, fidelidad o bondad. Pero en el mismo versículo, el salmista dice que Jehová ama justicia y juicio. Esta mezcla de atributos se ve en la figura del Buen Pastor, que hace lo correcto para sus ovejas porque las ama.
El mismo domingo en Lima, Perú, Oriana Montoya, la nieta de Luz María, graduó del mismo programa diaconal. ¡Oh Dios!, Padre de nuestro Señor Jesucristo!, que en tiempos pasados llamaste a mujeres consagradas para servirte en tu iglesia: Bendice a todas las mujeres que se dedican al servicio cristiano como diaconisas; auméntales el conocimiento del Evangelio, dales un propósito sincero, verdadera diligencia en su ttrabajo y la belleza de vida que Cristo ofrece, a fin de que por su obra muchas almas sean bendecidas, y tu nombre sea glorificado. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.