15 noviembre, 2024

Levítico 20:1-7

1 Y Jehová habló a Moisés diciendo: 2 Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan en Israel, que ofreciero alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá: el pueblo de la tierra lo apedreará con piedras. 3 Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo; por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario, y profanando mi santo nombre. 4 Que si escondiere el pueblo de la tierra sus ojos de aquel varón que hubiere dado de su hijos a Moloc, para no matarle, 5 entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón, y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él, prostituyéndose con Moloc. 6 Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo. 7 Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.

MolocEl sacrificio de millones de niños por parte de sus padres a través del aborto es el equivalente moderno más cercano a la práctica cananea de sacrificar niños al dios Moloc. ¿En qué manera? En el Antiguo Testamento, muchos pasajes dicen que la vida humana comienza en el vientre del madre como creación y don de Dios, ejemplos, Job 10: 8-10; Salmo 139: 16; Isaías 44:24; Jeremías 1: 5. Entonces, para matar el niño en el vientre es contra el quinto mandamiento, no mates. Dios ha dado al gobierno civil la autoridad para usar la fuerza de armas para proteger el pueblo de los malhechores, pero no para matar los débiles. Los países que han legalizado el aborto como decisión privada no respetan la ley moral universal.

Hay más. En el libro de Levítico, capítulos 18 y 20, el sacrificio de niños está catalogado entre los vicios sexuales, espiritismo y brujería. Los historiadores nos dicen que Moloc fue un dios venerado por los fenicios, cartaginenses, filisteos y cananitas que se encontraban entre los años 1550 y 300 a. C. , originario de Canaán, región entre el mar Mediterráneo y el río Jordán, zona que hoy se reparte entre Israel y algunas regiones de Jordania, Siria y el Líbano. Los adoradores de Moloc practicaban varios ritos con un carácter sexual en la que participaban en grupo, generando orgías satánicas.

Pero el más divulgado de los ritos fue el relacionado con los niños, normalmente del hijo primogénito. Al respecto, se han dado a conocer varias prácticas. En unas se habla del ritual de los pequeños que debían atravesar una hoguera para llegar al dios a entregársele. El propósito de este sacrificio fue para implorar al dios que restaure la fertilidad de la tierra en tiempos de hambruna en tiempos de sequía o malas cosechas.

Claramente esta práctica fue contra el primer mandamiento, no tengan otros dioses aparte del Dios verdadero. También fue contra el orden de creación, “Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra”. En el principio, los griegos y romanos denunciaban el sacrificio de niños en Cartago, la colonia fenicia en África, mientras practicaban el infanticidio de niños con defectos de nacimiento. El aborto se había vuelto tan común en la época de César Augusto que el primer emperador romano estaba preocupado por la disminución de la población.

Al otro lado, el Nuevo Testamento afirmaba la personalidad del nonato, ejemplos, Mateo 1:18; Lucas 1: 40-44; y 1 Corintios 6: 19-20. Gálatas 5:19-20 dice las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones y herejías. La palabra traducida como hechicerías, φαρμακεία, se refiere al uso de pociones con fines malignos, incluida la inducción del aborto.

En la época pos-apostólica, la condena del aborto se encuentra en la Didache, Epístola de Bernabé, Tertuliano, Atenágoras, Clemente de Alejandría y Cipriano. Agustín, obispo de Hipona, escribió en “Matrimonio y concupiscencia”, “A veces esta crueldad lujuriosa o lujuria cruel llega a esto que incluso procuran venenos de esterilidad, y si estos no funcionan, extinguen y destruyen al feto de alguna manera en el útero, prefiriendo que su descendencia muere antes de nacer “.

Por lo tanto, hoy en día, los que practican el aborto no solo matan a sus hijos, sino que violan el orden de la creación y adoran a los dioses de la riqueza material y el éxito. Sin embargo, siempre hay perdón para los que han cometido un aborto, si confiesan y se arrepienten de su pecado.

Padre de toda gracia y misericordia, enseñanos a cuidar a los niños no nacidos, al que tú mismo ha creado a tu imagen. Rodéala de los que se regocijan en estos niños y provee para sus necesidades en cuerpo y alma. Mira con piedad a tus hijas que sufren la vergüenza del aborto. Por Jesucristo, nuestro Salvador, perdona todos sus pecados y quita todo sentimiento de culpa y desesperación. Por medio de tu Espíritu Santo aumenta su fe, para que pueda encomendarse a sí misma y a su hijo en tus manos paternales. Por Jesucristo, tu único Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

About The Author