El Miércoles de Ceniza marca el comienzo de una temporada de oración y arrepentimiento en la iglesia. Desde este día hasta el Domingo de la Resurrección, nos acordamos del sufrimiento y de la muerte de Jesucristo. El séptimo miércols antes del domingo de Pascua está vinculado con la imposición de cenizas en la frente de los fieles como símbolo de arrepentimiento. Este s9mbolismo tiene fundamento bíblico (Ester 4:1; Job 2:8;42;6;Daniel 9:3;Jonás 3:6;Mateo 11:21). La ceniza se asocia al polvo, como símbolo de la brevedad y fragilidad de la vida humana. Entonces, Génesis 3:1, “pues polvo eres, y al polvo volverás” y Génesis 18:27, “He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza”. Pero, la marca de la cruz hecha en ceniza nos recuerda del instrumento de nuestra liberación del pecado y la muerte.
La estación de Cuaresma abarca 46 días. El término cuaresma deriva de la expresión latina quadragesima dies, que significa día cuarenta. Pero, cada domingo es una celebración de la Resurrección del Señor, entonces no son contados con los 40 días que reflejan los 40 día que ayunó Jesucristo en el desierto antes de iniciar su ministerio público (que culminó en su muerte y resurrección). Sin embargo, en los domingos en Cuaresma omitimos de la liturgia los aleluyas y el Gloria in Excelsis. El estado de ánimo es solemne cuando pensamos en el precio pagado por nuestra salvación.