Más 50 persons asistieron la inauguración de nuestro nuevo centro educativo para el año escolar 2016-2017. Este centro es el nuevo sitio del Simoncito Comunitario “Mi Pequeña Lucecita”, el preescolar patrocinado por la Misión Luterana “La Epifanía”. Los que asistiern incluyeron representantes del consejo comunal de Barrio Las Lomas y SENIFA.
Comenzamos con el himno nacional y levantamos la bandera de Venezuela. Después, en una devocional reflexionamos en Salmo 111:10.
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos: su loor permanece para siempre.”
La sabiduría mejor, para este mundo y para el mundo por venir, lo flujo a partir del conocimiento de Dios que se funda en la fe.
También, 1 Corintios 1:23-25.
Mas nosotros predicamos á Cristo crucificado, á los Judíos ciertamente tropezadero, y á los Gentiles locura; 24 Empero á los llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.
Ningún pecador ha obtenido nunca la salvación por la superioridad intelectual o siguiendo las reglas de conducta. En lo que se refiere a Dios, la sabiduría de este mundo es insensatez. Todo el conocimiento que se ha adquirido por el hombre desde los albores de la historia, toda la sabiduría que se almacena en innumerables mentes, todas las ideas dominantes de la vida presente, es vano si se trata de medir la sabiduría de Dios o de juzgar los asuntos espirituales .
Entonces, oramos para nuestros maestros y estudiantes así:
Todopoderoso Dios, que nos has dado las Sagradas Escrituras, te has revelado a nosotros en ellas, por ellas nos enseñas cómo vivir con justicia y rectitud, Permite que las estudiemos con reverencia y amor y las atesoremos en nuestro corazón. Pon en nosotros el deseo de leerlas y escudriñarlas constantemente. Concédenos tu Espíritu Santo, para que crezcamos en gracia y en sabiduría, y seamos entendidos en el camino de la salvación. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.